El Villarreal CF lleva un par de
jornadas (derrota ante el líder y victoria trabajada ante el
Alcorcón) en las que su juego, pese a que los resultados no han
acompañado tanto como se esperaba, ha mejorado.
En Elche, el equipo, y sobretodo la
afición, volvió con un sabor de boca un poco agridulce, pues se
perdieron 3 puntos muy importantes para conseguir recortar distancias
con los de arriba, pero con la sensación, creo yo, de que el equipo
mejoró su juego, sobretodo en el Centro del campo, lugar donde más
problemas solíamos tener, ya que la presión que ejercían los
rivales sobre jugadores como Manu Trigueros, Marcos Senna, Rubén
Gracía “Cani”, Bruno Soriano, Moi Gomez o Hernán Pérez, era
muy fuerte y en el Martínez Valero el equipo supo como superar esos
problemas, pero faltaba finiquitar las jugadas arriba.
En el partido de ayer, Julio Velázquez
volvió a apostar por un 4-4-2, un sistema que, en mi opinión, nos
funciona mucho mejor que un 4-2-3-1, pues tienes más “pólvora”
en ataque y más verticalidad en defensa y centro del campo.
También sorprendió, y mucho, el hecho
de que Bruno Soriano juegue tan adelantado, una posición en la que
estamos muy poco acostumbrados de verle y Manu Trigueros pase a
formar parte del doble pivote junto al Eterno Capitán, Marcos Senna.
No sé si será por casualidad, suerte o es que esa posición le
viene mejor al de Artana, pero lo cierto es que al final la cosa
funcionó muy bien.
De inicio, en defensa, la pareja formada por Mateo Musacchio y Olof Mellberg formaron una muralla por la que los delanteros del Alcorcón, sobretodo Oriol Riera, las pasaron “canutas” para poder internarse entre ellos dos, y así conseguir batir a Diego Mariño, nada nuevo, pues la verdad es que tanto el Argentino como el Sueco, que pese al error de Elche, están cuajando una gran temporada, formando una nueva “Doble M” tras fabulosas parejas como Gonzalo - Godin, Marchena – Musacchio, entre otras.
Por su parte, Cavenaghi volvía a ser titular, y no defraudó. El Argentino cuajó un partido sensacional, dando una asistencia de “rabona” a Bruno en el segundo tanto y anotando el 4º de tacón, que a bien seguro, si llega a marcarlo alguno de los “mimados” de los principales periódicos deportivos, hoy sería portada, sin duda. “El Torito” volvía a llamar a la puerta de la titularidad con gritos, a base de asistencia y gol, como debe hacer un delantero.
Cabe mencionar que con la entrada de Hernán Pérez al campo, el Villarreal puso una marcha más al juego, sobretodo en banda derecha, donde más le gusta jugar al Paraguayo.
Con todo esto, llego a la conclusión de que, con el paso de las jornadas, este Villarreal va a más, jugando cada vez mejor, aunque los resultados no digan lo mismo.
El próximo sábado hay otra prueba vital en Girona, dónde hay que certificar la mejoría del juego además de acercarse y recortar puntos con los de arriba y la vuelta del “Torito Cavenaghi” para que de esta manera, el juego del equipo, que pse a que antes tampoco era tan malo, también enganche a la afición, y todos juntos de la mano, logremos el deseado objetivo de volver al lugar al que merecemos, la Primera División.
En ataque es donde más mejoró el
equipo en el partido de ayer. Con la vuelta del 4-4-2 Ikechukwu Uche
y Fernando “El Torito” Cavenaghi volvieron a estar juntos en la
delantera amarilla. Ambos no defraudaron, y dejaron claro
que jugando con dos puntas el equipo funciona mucho mejor.
El primero, Ikechukwu Uche, asistió a
“Cavegol” para que este le deje el balón a Bruno y haga el
primer tanto, en el segundo tanto, es Cavenaghi el
que asiste de manera increíble a Bruno y este al Nígeriano para
hacer el 2-0. El extremo salió, jugó, desbordó y marcó un golazo digno de la casa, ganando un balón en velocidad, recortando a uno, a dos, quedándose delante del portero y batiéndolo con un disparo que se coló por debajo de sus piernas.
Endavant Villarreal, Endavant Afició!
#Tornarem / @Sebi_CVF
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