29 de octubre de 2014

Un canario muy groguet

Después de mucho tiempo sin escribir por aquí, vuelvo con muchas ganas de contaros una historia que considero que merece la pena ser leída. No es otra que la historia de David Del Río, un groguet (muy groguet) que reside en Las Palmas de Gran Canaria.
A pesar de conocerlo desde hace tiempo, esta semana tuve el placer de escuchar su historia, y la verdad es que me emocionó especialmente, ya que tiene bastantes aspectos en común con la mía (ser del Villarreal viviendo lejos, acabar involucrando a la familia y a los amigos en esta pasión, sentirse por momentos "el raro", etc.).
Sin más preámbulos, procedo a relataros "la historia de David Del Río, un canario muy groguet":

David, de 17 años de edad, sigue al Submarino Amarillo desde los 9. Antes no le gustaba el fútbol, pero el punto de inflexión fue el Levante-Villarreal (2004/2015), un partido que muchos recordamos, ya que nos metimos en Champions y Diego Forlán se consolidó como Pichichi y Bota de Oro. Hasta ese momento, como he mencionado anteriormente, a David no le gustaba el fútbol, "pero que te empiece a gustar el Villarreal sin gustarte el fútbol antes es algo típico, ya que es un equipo que practica un fútbol especial y más llamativo que el del resto para gente que no conoce el deporte".
Con el paso de los años, "Maldini" (así es llamado por sus amigos, ya que conoce mucho este deporte) fue haciéndose más y más groguet, hasta consolidarse como uno más.

A sus amigos les resulta curioso que sea del Villarreal, ya que, como nos pasa a muchos de los groguets que residimos en otra ciudad que tiene un equipo en Primera o Segunda División, a la gente que nos rodea les resulta extraño que apoyemos a un equipo tan lejano teniendo a otro en la propia ciudad; esto es lo que le pasa a David con la UD Las Palmas, ya que aunque la apoya y le gusta, su primer equipo es el Villarreal. Como anécdota, me cuenta que cuando el Submarino jugó vs Las Palmas en su isla (hace dos años, en Segunda División), él acudió con sus amigos al estadio, pero no con la camiseta amarilla del equipo local, sino con la amarilla del visitante, celebrando los goles de este último. De todas formas, sus amigos, a pesar de no ser del Villarreal, sienten un especial cariño por el equipo, ya que David se lo ha ido inculcando poco a poco. "Es muy reconfortante que tus amigos se preocupen por el equipo que te gusta, a pesar de no ser del mismo", afirma David.

Entre las experiencias más destacadas (buenas y malas) vividas por David en lo que respecta a este club, se encuentran los años de Champions, el famoso penalti de Riquelme y el año en Segunda División. "Ser del Villarreal es muy bonito", afirma.

Lo que más le gusta de este equipo es el carácter familiar que tiene (algo en lo que todos coincidimos), así como la gestión que realiza nuestra directiva. "Damos una gran imagen exterior, por eso nos ven con buenos ojos. Somos como una gran familia"

Otro aspecto destacable es que, su abuelo (ex-jugador de Las Palmas, Mallorca y Alicante, entre otros) ahora mismo se ha convertido en otro groguet más gracias a David, afirmando que, tras el Barcelona, el Villarreal es el equipo que mejor fútbol hace en España, por lo que está encantado y orgulloso de que su nieto sea de este equipo.

Pocas personas pueden presumir de tener una camiseta como esta
Su jugador favorito es Mateo Musacchio, al cual sigue desde que estaba en el B y defiende en todo momento, alegrándose como si fuera un argentino más con la reciente llamada de la selección. Este fanatismo por Mateo Musacchio ya es conocido por todos sus seguidores de Twitter, red social que David considera herramienta fundamental para comunicarse con el resto de los seguidores y darse a conocer. (Su Twitter es @Daaviidelrioo4, y aunque esto no forma parte de la entrevista, os invito todos a que le deis follow).


Su sueño, muy común entre los groguets que nunca visitaron Vila-real, no es otro que ver un partido en el Madrigal, conocer a su gente y, si puede ser posible, conocer a Musacchio. Espera que este sueño pueda ser cumplido pronto, y yo estoy seguro de que así será.

Para concluir la entrevista, David quiere darle las gracias al equipo de Futvillarreal por brindarle la oportunidad de dar a conocer su historia entre todos los lectores del Blog.

Ya como Adrián Santos, me gustaría darte las gracias a ti, David, ya que como te dije tras hablar contigo, me has emocionado con tu historia, pues me trae muy buenos recuerdos de cuando era más pequeño y todavía no había ido al Madrigal. Nuestras historias son paralelas, ya que tienen muchos puntos en común, por eso para mí es un placer escucharla y luego transmitirla aquí por escrito. Por suerte, conozco a bastantes aficionados del Villarreal que, como yo, viven lejos del Madrigal, y la verdad es que es un orgullo poder conocerlos y formar la familia que formamos desde lejos.
Dejo esto con una frase de la entrevista a David que me quedó bastante grabada y me gustaría destacar:

"Un día me preguntaron si era del Barça o del Madrid y respondí que no, por lo que me volvieron a preguntar si no me gustaba el fútbol. Yo creo que precisamente me gusta el fútbol por ser del Villarreal"

28 de octubre de 2014

OPINIÓN: Repaso al inicio amarillo

El inicio de temporada es un período en el que la paciencia es obligatoria. Realmente, una valoración con fundamento sólo puede hacerse, en mi opinión, al terminar la primera vuelta, con 19 partidos jugados y sus 57 puntos disputados. Hasta ese momento, el sorteo del calendario puede provocar que las lecturas sobre las situaciones de los equipos sean erróneas -salvo contadas excepciones-.

Dicho esto, echemos un ojo a la clasificación. El Villarreal se encuentra 8º con 14 puntos. 9 partidos jugados. 4 victorias, 2 empates y 3 derrotas (aunque más que derrotas, fueron victorias morales vista la imagen del equipo en los 3 partidos). 13 goles a favor (7º equipo en anotación) y 9 en contra (5º menos goleado). Así, sin mirar más allá, podría parecer un inicio de temporada pasable sin más, ni fu ni fa, discreto teniendo en cuenta a lo que el equipo nos tiene acostumbrados estos años atrás. Sin embargo, detrás de estas estadísticas hay mucho más.

Los 3 partidos que se le han escapado al Submarino han sido encuentros dominados por el conjunto amarillo -salvo, tal vez, el del Barcelona, que se basó en solidez defensiva más que en dominio del balón- . Ante el Real Madrid, la diferencia de pólvora arriba se hizo efectiva en su forma más cruel: 2 de los 5 tiros a puerta del conjunto blanco acabaron en gol, mientras que el Villarreal no consiguió materializar ninguno de sus 13 disparos (el colmo fue un despeje de Marcelo de una forma completamente fortuita a un gran disparo de Triqueros, que parecía que sólo la red iba a poder detener). El Madrid, equipo valorado en más millones que los que el Villarreal se ha gastado en fichajes probablemente en toda su historia, desplegó un "fútbol" basado en la defensa y la salida al pelotazo, buscando la velocidad de sus atacantes. Les sirvió, sí. Pero, personalmente, no salí con la sensación de haber perdido ese partido. El dominio amarillo fue abrumador, tan sólo la diferencia de presupuestos fue lo que hizo que la balanza se decantase del lado blanco. 

En Sevilla, lo mismo. 88 minutos de dominio, de gran trabajo tanto defensivo como en la elaboración de jugadas. El conjunto local, en dos acciones precedidas de errores evitables, acabó poniéndose por delante y llevándose los 3 puntos. 3 puntos no merecidos, pero suyos al fin y al cabo.

Otra historia es la Europa League. En su vuelta a la competición europea, el Villarreal lidera su grupo con 7 puntos de 9 posibles, compitiendo de igual a igual con el segundo clasificado de la Bundesliga. Un Borussia Mönchengladbach que, esta jornada, fue capaz de mantener a raya al todopoderoso Bayern München y de desquiciar a Pep Guardiola. Y no sólo eso. El Submarino es, a día de hoy, el máximo goleador de la Europa League (9 goles a favor en 3 partidos), y tan sólo ha encajado 2 tantos (uno ante Gladcabh y otro ante el Apollon de Marcos Gullón). Una vuelta a Europa por todo lo alto y que hace soñar a la parroquia amarilla con el título que la historia nos debe.

Es cierto que, atendiendo a los puntos en Liga, el inicio de temporada del Villarreal no ha sido el mejor. Sobre todo, comparándolo con el del año pasado. Aquel fue un inicio completamente inesperado. Pero hay que saber mirar más allá de los puntos. Este año, el Villarreal es mejor a domicilio de lo que lo era en la campaña pasada. Ha aprendido a sufrir, a defender marcadores favorables, a remontarlos (un 0-2 en contra no sé hasta qué punto seríamos capaces de remontarlo el año pasado). Se ha impuesto en Balaídos, un campo en el que nunca había logrado ganar, ante un Celta que es una de las revelaciones de la Liga. Contratando jugadores de poco renombre (Espinosa), incorporando alguno que tenía cedido (Gerard Moreno) y apostando por otros que prácticamente estaban desahuciados (Jonathan dos Santos, Víctor Ruíz y Denis Cheryshev), el Villarreal ha formado una de las plantillas más completas que ha tenido en los últimos años. Hace falta mirar muchas temporadas atrás para encontrar un equipo más compensado, con más variantes y mejor equilibrado que este. En este Villarreal no hay suplentes. Las rotaciones afectan a todos por igual, se llamen Moi Gómez, Gio dos Santos o Manu Trigueros.

El Villarreal de la 2014-2015 es, en definitiva, un pedazo de equipo. Un conjunto que planta cara en todos los campos a los que viaja, capaz de adaptar su juego y no ahogarse en el toque. Un equipo vertical cuando tiene que serlo, sólido atrás, creador, mordedor... Un Villarreal mejor de lo que esperaba