VIDAS AMARILLAS: Carlos Sánchez (@erlillo8)

Tras el parón en mis publicaciones para esta sección (debido a la vuelta a la universidad), hoy, un mes después de la última historia, he podido volver a encontrar tiempo para escribir. En primer lugar, me gustaría pedir disculpas por el tiempo que he tenido abandonada "Vidas Amarillas". Es una sección que me gusta hacer, disfruto leyendo vuestras historias y haciéndolas públicas, así que trataré de que las publicaciones sean semanales (cada sábado, en principio). A los que me habéis enviado vuestras historias, de nuevo, muchas gracias por colaborar con la sección. A los que aún no lo habéis hecho, os invito a compartir, no olvidéis que esta sección está dedicada a vosotros. No es necesario que sea de vuestra vida. Si conocéis a algún groguet que creéis que merezca ser conocido (por pasión, por ilusión, por fidelidad...), podéis enviarme su historia también. Trataremos de darle el reconocimiento que se merece.

Centrándonos de nuevo en la sección, la historias han seguido llegando. Tras la de Jesús Gregorio y la de Jaime Talavera, esta semana es el turno de Carlos Sánchez.

Carlos Sánchez Bravo es de un pueblo de Palencia, y ya al principio de su mail se define como "fiel seguidor del Villarreal", incluso afirma que "siento los colores más que muchos de los residentes de Vila-real, porque la distancia hace que afloren más los sentimientos, y aquí no tengo a nadie en quien apoyarme cuando el equipo pierde o las cosas están saliendo mal". Carlos aprovecha los recursos que tiene más a mano para poder estar al día con el equipo y con la afición. "Gracias a Internet y las redes sociales puedo estar informado de mi equipo a diario y disfrutar de conversaciones que no puedo tener aquí en Palencia. He conocido muchas personas que me han ayudado y apoyado cuando las cosas no han ido bien". Está, además, implicado en la creciente plataforma We Are Villarreal (@WeAreVillarreal en Twitter, a la que recomiendo encarecidamente seguir): "La hemos creado un amigo que conocí por Twitter y yo. En el futuro nos gustaría que fuese una peña para todos los simpatizantes del Villarreal de fuera de la comarca, y también para los residentes de la Vila".

Carlos es un groguet comprometido. Ha seguido al equipo en varios de los desplazamientos de los últimos años: "He viajado a muchos partidos del Villarreal por territorio español. Hasta me atreví a ir a Manchester para el Mancester City - Villarreal. Fue una auténtica aventura porque viajé solo y sin saber el idioma, pero mereció la pena poder hablar y conocer a muchos jugadores, incluso al presidente, que salió aposta a saludarme cuando le dijeron que estaba allí. Además, he estado en campos míticos como El Molinón cuando nos jugamos el descenso, en Vallecas, el Calderón, el Bernabeu...". Sin embargo, se rinde ante lo de casa. "El estadio en el que se vive una sensación diferente es en El Madrigal, en el que siempre que he estado ha ganado el Villarreal. La última vez fue contra el Real Madrid Castilla...".

Pese a la distancia, este aficionado comparte la fidelidad, el sentimiento amarillo, que tenemos todos los que nos hemos mantenido al lado del equipo este año. La emotividad llega cuando habla del Villarreal de este año. "Aun estando en Segunda, no dejaré de lado a mi equipo. Viajaré a donde sea necesario hasta que este equipo vuelva a estar con los grandes de Europa. Cuando consigues estar con la gente de este club, ves que es de otra pasta. Son gente implicada, tanto en el club como los aficionados. Eso, la verdad, dice mucho de quién es el que manda en esto del fútbol".

Está siendo y va a ser, desde luego, un año duro. Me atrevería a decir que el más duro de la última década. Las cosas no van a ser fáciles. Habrá que sudar más que en Europa. Habrá que luchar más que en Primera. Habrá que animar más que todo este tiempo. Pero es el precio del éxito. La gloria llega a los valientes. De nada sirve pensar en dónde estábamos hace un par de años. Semifinales de Europa League, cuartos en Liga, el subcampeonato, la semifinal de Champions... Todo eso queda lejos. Estamos, señores, en Segunda. Y pese a lo que oigamos desde fuera del entorno del club, debemos estar orgullosos del equipo. Hemos tocado el cielo, hemos plantado cara a los más grandes de Europa, y en muchas ocasiones hemos salido vencedores. Hemos hecho cosas que otros equipos sólo podrían soñar. Tomémonos esto como un descanso. Aquello fue nuestro otoño, sólo el otoño. Estamos hibernando, reposando y cogiendo fuerzas. Llegará de nuevo la gloria. Nuevos éxitos, nuevas hazañas... Pronto llegará la primavera.