30 de diciembre de 2011

La permanencia será el objetivo del 2012.


El Villarreal afronta el 2012 con el objetivo de conseguir la permanencia en Primera División en un año que estará marcado por la austeridad y que da comienzo con el estreno de José Francisco Molina como técnico del equipo en sustitución de Juan Carlos Garrido.

El club espera un año muy duro, sobre todo porque tanto el equipo como la afición están acostumbrados a luchar por grandes objetivos y no por aliviar las dificultades deportivas o salir de una zona complicada de la tabla clasificatoria.
El 2012 será para el Villarreal "de transición y esfuerzo" tal y como ha señalado Fernando Roig, presidente de un club que tratará de resurgir en un año de cambios y reestructuración tanto en lo deportivo como en lo económico.
En lo deportivo, el equipo está fuera de Europa y de la Copa del Rey y muy cerca del descenso de categoría tras una inicio de temporada en el que se han acumulado los malos resultados.
Pese a ello, el tema económico es el que se ha convertido en vital para la entidad por lo que ha llegado el momento de ajustar los presupuestos y de mantener el equilibrio económico.
En ese terreno se enmarca el primer reto importante que se ha fijado el club para el año que ahora empieza con un recorte de casi un veinticinco por ciento en el presupuesto de la entidad, que ha pasado de los cien millones de la temporada anterior a los 76 propuestos para el actual ejercicio.
A ello se suma el anuncio realizado por el club de que no se harán dispendios económicos de cara reforzar al equipo, ya que la austeridad es, según el presidente del club, la clave para mantener la viabilidad de la entidad.
Esta viabilidad pasa por poder afrontar todos los pagos del club, aspecto que se ha convertido en otro de los objetivos del Villarreal.
A su vez, el club pretende que esta austeridad no varié la capacidad competitiva de la plantilla del Villarreal, que se basará en la cantera y en el papel que puedan jugar en el equipo las jóvenes promesas.
Cómo ya ocurrió hace dos temporadas, el club espera dar entrada en el equipo a lo largo de 2012 a algunos de los jóvenes jugadores de su equipo filial, como vía de entrada para reforzar la plantilla y de cara al futuro con la intención de que el Villarreal recupere su estatus competitivo.
Para ello, lo fundamental es que el equipo salga lo antes posible de la zona baja de la tabla clasificatoria después de haber acabado el año con la oferta de una más que pobre impresión. No en vano, la situación deportiva del equipo es más que preocupante y la que arroja los peores registros de su historia.
Ello obliga a que en el año que entra, el equipo mejore en casi todo y para ello, la principal apuesta ha sido la del cambio de entrenador.
Con la llegada de José Francisco Molina, que sustituye a Juan Carlos Garrido y que debutará el domingo 8 ante el Valencia, se intenta seguir con la línea de contar con los técnicos de la casa para cumplir el objetivo.
Con todo ello, el objetivo prioritario en este inicio de año, es el de lograr la salvación de la categoría, pero también hay otra preocupaciones en la entidad como la de devolver la tranquilidad a los aficionados del Villarreal.
En los últimos partidos, el juego y los malos resultados han alterado los ánimos de la grada, que ha centrado sus críticas en el ya destituido técnico Juan Carlos Garrido, quien fue motivo de controversia en tres los seguidores del equipo.
El club espera que, tras el cambio de entrenador, la afición entienda la situación en la que está el equipo y se recupere la tranquilidad a partir de los buenos resultados.

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