27 de septiembre de 2011

Al asalto de San Paolo


El Villarreal visita Nápoles con la urgencia de al menos, sumar puntos. Con la más que posible baja de Rossi, Garrido deberá experimentar con la alineación en el centro del campo y el ataque
El Villarreal visita al Nápoles en la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones en un encuentro en el que necesita ganar o como mínimo no perder para no reducir sus posibilidades de clasificación tras haber caído en casa ante el Bayern Múnich en la primera jornada.
En este contexto, el primer desplazamiento de la fase de grupos del torneo se ha convertido en clave para el equipo, sobre todo tras el empate del Nápoles en su visita al Manchester City.
Una derrota en Nápoles podría poner la clasificación al Villarreal a cuatro puntos.
El partido mide a dos equipos que ya se enfrentaron en la pasada campaña en la Liga Europa en una eliminatoria que dio comienzo con un empate sin goles en Nápoles y con una victoria del Villarreal por 2-1 en el campo del Madrigal, tras 180 minutos de fútbol marcados por la igualdad.
En la presente campaña, el Nápoles ha comenzado mejor que el Villarreal, ya que el equipo italiano está en la zona alta de la clasificación del campeonato de su país y el conjunto español ha necesitado de una victoria ante el Mallorca y de un empate el Bilbao para salir de la cola de la tabla.
Para este encuentro, el entrenador del equipo español, Juan Carlos Garrido, no podrá contar con Marco Ruben, que sufre una fractura en un dedo, problema que se une al estado físico del italiano Giuseppe Rossi, que es duda para medirse al equipo de su país.
El delantero internacional sufre un fuerte golpe en su rodilla izquierda, que le mantendrá como duda hasta el último momento.
Tampoco podrá jugar Borja Valero, que cumplirá el segundo y último partido de sanción tras haber agredido a un rival en la fase previa, mientras que el lateral Ángel López lleva ocho meses lesionado en la rodilla. El resto de los futbolistas estarán a disposición de Garrido.
El Nápoles, dirigido por Walter Mazzari, afronta el encuentro tras la igualada lograda en Manchester en un partido en el que se adelantó en el marcador con un tanto de su goleador, el uruguayo Edinson Cavani a mitad del segundo tiempo, que fue neutralizado por el equipo local poco después.
Por lo que respecta a la Liga italiana, el conjunto napolitano ocupa la cuarta posición e intentará redimirse por los malos resultados obtenidos la pasada semana con una derrota ante el Chievo y un empate con el Fiorentina, lo que ha frenado su inicio arrollador.
El Villarreal se va a encontrar con un equipo cuyo bloque se mantiene de la pasada campaña, ya que muchos de los jugadores que saltarán mañana al estadio de San Paolo estuvieron en la eliminatoria del pasado año en la Liga Europa
En el ataque es posible que junto a Cavani actúe el internacional argentino Ezequiel Lavezzi y el eslovaco Marek Hamsik, en un equipo en el que las novedades serán pocas respecto al conjunto que formó en su visita a Manchester.
El argentino Hugo Armando Camagnaro, Paolo Cannavaro y Salvatore Aronica parecen tener fijas tres posiciones en la defensa y por delante de ellos Mazzarri, que sigue sin poder contar con Marco Donadel y Blerim Dzemaili, mantendrá su apuesta por la pareja Walter Gargano y Gökhan Inler, junto a Christian Maggio y Andrea Dossena como interiores.
Sin embargo, Inler no se encuentra en su mejor condición física, por lo que Hamsik podría retrasar su posición y actuar como medio.

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