El centrocampista del Mallorca es el elegido por Garrido y el Submarino quiere complacerle
El último refuerzo que apuntale una plantilla, esperemos, de Champions League es Jonathan De Guzmán. Pese al tira y afloja y a las interesadas filtraciones por parte de la directiva del Real Mallorca en desviar la atención y en recalcar que el club bermellón no quiere venderle al mediapunta canadiense-holandés, el Submarino va a echar el resto para hacerse con los servicios de este centrocampista polivalente de tan solo 23 años.
El internacional sub-21 y sub-23 por Holanda es el escogido por Juan Carlos Garrido. El preparador valenciano del Villarreal quiere únicamente que dicho futbolista sea quien apuntale la plantilla, y en el seno de la entidad de la Plana Baixa se pretende complacer al técnico.
Tras recalar, después de cinco años en el Feyenoord, en el Mallorca el pasado verano, el agente de De Guzmán, Jan De Visser, pactó con Lorenzo Serra Ferrer que el jugador podría salir del club siempre y cuando los mallorquines ingresaran 8 millones de euros, una cifra a la que el Villarreal no pretende llegar, ya que solo estaría dispuesto a invertir unos 6,5 millones.
Pero las malas relaciones, por parte bermellona, entre clubs están ralentizando la llegada de un De Guzmán que ya comunicó el pasado lunes al Rubin Kazan que rechazaba su oferta para las próximas cuatro temporadas a razón de tres millones netos por año. De este modo, el holandés mantiene su apuesta por fichar por el Villarreal, pese a que la oferta económica del club amarillo es notablemente inferior.
Incluso De Guzmán expresó en su perfil de twitter su deseo de vestir de amarillo: “A los 12 años fui a Holanda para convertirme en profesional. Vine a Mallorca para dar el siguiente paso. ¿Podéis entender que quiera ir al Villarreal?”. Sobran las palabras.
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