Esta pesadilla es muy real

Siempre que me pongo a escribir algo en la web es porque algo le ha sucedido al equipo, ya sea bueno o malo, pero desgraciadamente este año cuando hago algun artículo siempre es después de un duro golpe. Como todos vosotros, ya no sabemos hacia donde mirar, hacia donde ir, la desesperación y la impotencia es tal, que a algunos ya tenemos hasta ansiedad. Intento que el fútbol no me influya en la vida personal, que hay muchas cosas más importantes, pero hay días en los que te cambia absolutamente el rostro, para bien o para mal. Para los que nos gusta el fútbol, y por tanto todos los que me estais leyendo, no sé si muchos habeis vivido un descenso. Yo personalmente tengo que decir que no, todavía soy joven y no se lo que es eso, y ojalá no lo tengamos que vivir pero después de los 93 minutos vividos ayer en El Madrigal, ¿con que sensación os fuisteis de vuestras butacas o de apagar el televisor si estábais en casa? No hace falta que lo diga, pues eso.
Este equipo ha demostrado que quiere, pero la otra cosa es que pueda y quien perdona paga y nos ha pasado en estos dos últimos partidos contra la Real y Osasuna. Jugamos con la presión, los nervios de perder el partido, no jugamos con confianza y es que el peor enemigo del hombre es el miedo. Pánico es lo que tienen los jugadores cada vez que pierden el balón y ayer se vio reflejado en algunos momentos con pases sin sentido.
Ya me da igual quien tiene la culpa de esto, que si los cambios de Lotina, que si el planteamiento... ya hace tiempo que paso de echarle las culpas a nadie porque eso no conlleva ninguna solución, más bien al contrario en estos momentos.
Ayer, como otros muchos groguets, si no lloré fue por verguenza, porque me pongo a pensar ¿y que hago yo poniendome así por el fútbol y por una cosa que no me da de comer? Pues esa es la pregunta, pero la respuesta es que es un sentimiento que se lleva muy adentro. Yo, y otros cuantos aficionados nos quedamos sentados en los asientos del Madrigal al finalizar el partido, sin ganas de levantarnos sin saber hacia donde mirar y preguntándonos como es posible todo esto, y si de verdad nos estamos mereciendo lo que nos esta pasando o nos puede pasar aún más.
Sólo se que el martes, pese a la tristeza, el duro golpe y comerse la cabeza pensando en la palabra que todos ya sabeis, voy a ver el Sporting-Villarreal y es más, pese al resultado que se de en este encuentro, pienso ir a Mestalla porque no quiero que mi equipo se muera sólo. A los asturianos y los maños ya les gustaría estar donde estamos nosotros, así que no queda otra que lo que llevamos haciendo todo el año luchar hasta el final, se baje o no, tengamos un calendario peor que los demás, pero lo que esta claro es que la toalla no la vamos a tirar.


HASTA EL FINAL, VILLARREAL.
@Adriripo