20 de noviembre de 2015

Oh capitán, mi capitán.

   El Villarreal CF es un equipo con mucho trabajo detrás. Aquí han participado y tienen gran parte de culpa Marcelino, Rubén Uría y el resto del cuerpo técnico. Por encima de todo destaca la solidez defensiva conseguida. Esto ayuda muchísimo pues, si te marcan pocos goles conseguir puntos es, obviamente, más fácil. Otra faceta en la que el equipo destaca es la presión en el centro del campo y campo contrario además de mucha velocidad por las bandas. El problema aquí es que para que esa presión mortal sobre el equipo contrario funcione hace falta coordinación absoluta entre los jugadores, y en esto el mejor es Bruno Soriano.



   Si Bruno Soriano está bien, el equipo va bien y ganar los partidos es mucho más fácil. Si Bruno Soriano no está bien, el equipo está más espeso, más lento y ganar los partidos es mucho más difícil. Es una dependencia delicada y ahora mismo Bruno no está en su mejor momento y eso se nota y mucho. Jugadores como Pina o Jonathan han mejorado notablemente respecto al año pasado pero, para llegar a la aportación de Bruno, les queda mucho camino por recorrer.

   Igual es un bache temporal o la edad, no lo sabemos. Lo que está muy claro es que el equipo necesita a Bruno en su estado óptimo y cuanto antes mejor. Esperamos que, tras este parón en la liga, vuelva con toda la energía necesaria para liderar al equipo, estamos muy seguros de que así será. Pero si no es así, no pasa nada si no juega todos los minutos de todos los partidos, dosificarlo sería muy inteligente por parte de Marcelino, Bruno ha llegado a una edad en la que, por mucho que nos duela, hay que empezar a buscar un sucesor.