Ayer fue un día triste para el mundo del fútbol. Y digo triste porque uno de los jugadores más grandes que han vestido la elástica amarilla(Para mí, el más grande de todos) y de la Selección Española decidía colgar las botas. El hombre de la sonrisa eterna decidía así poner punto y final a más de 17 años de espectáculo en la élite.
A Vila-real llegó en 2002, de la mano de José Manuel Llaneza. Sus inicios en el Submarino no fueron sencillos. Dos lesiones consecutivas le impidieron disfrutar de lo que más le gustaba.
Lejos de venirse abajo, y como buen guerrero, Marcos se levantó y empezó a demostrar que él había venido a hacer algo grande, a demostrar que no se equivocaron con su contratación.
De la mano de Manuel Pellegrini, el hispano-brasileño consigue su mejor nivel a partir del verano de 2004. Crece en el campo y se junta con jugones como Santi Cazorla, entre otros.
Su buen hacer en el Submarino le lleva a la Selección Española, con la que debuta en Marzo de 2003 de la mano del gran Luís Aragonés, en paz descanse, ante Costa de Marfil.
El "moreno" deja buenas sensaciones que son captadas por El Sabio de Hortaleza, que le lleva al Mundial de Alemania, haciendo un gran papel en los partidos que disputó.
Sin embargo, Marcos da su mejor nivel con La Roja en la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008, siendo una pieza clave en el equipo que, posteriormente, iba a alzarse con el Campeonato.
Su buen papel en la Eurocopa llama la atención a diestro y siniestro. Grandes de Europa como el Manchester United de Sir Alex Ferguson o el FC Barcelona llaman a sus puertas y deciden apostar por su fichaje. Lejos de caer en tentaciones, Marcos es fiel a un equipo en el que ya era capitán indiscutible.
Con el descenso del Villarreal a Segunda, pudimos ver por primera vez como su sonrisa se venía abajo. Marcos renovó su vinculo una temporada más, y, como premio a su entrega y dedicación por el Club, la puerta 19 de El Madrigal pasa a llamarse Puerta Marcos Senna.
El crack del centro del campo cumple su palabra y se queda para devolver al Villarreal donde se merece, a lo más alto, y, tras conseguirlo, el Eterno Capitán anunciaba que ponía punto y seguido a su etapa como amarillo.
Marcos dejaba el Villarreal tras 11 temporadas, 292 partidos de Liga, 16 de Copa del Rey, 4 de Intertoto, 11 de Copa de la UEFA, 27 de Champions y 13 de la Europa League, anotando 31 goles. TODO UN EMBLEMA.
Tras ello, decide fichar por el New York Cosmos, Club en el que pone punto y final a su carrera consiguiendo alzar un título de Liga en su despedida.
Bondadoso, cercano, humilde, trabajador y profesional, el hombre de la sonrisa eterna será recordado por todos los seguidores amarillos siempre, no solo por el aspecto futbolístico, sino por el humano también.
Gracias por hacernos disfrutar tanto Marcos. El 19 será siempre tu número y el Villarreal, tu casa.
ETERNO CAPITÁN