29 de noviembre de 2016

Artículo de opinión.

     Jugados ya 13 jornadas de la Liga y 5 partidos de la Europa League es un buen momento para realizar un breve análisis de la situación del equipo. Dicho esto considero muy importante, antes del análisis, parar un segundo y ver exactamente de donde venía el equipo, es decir, tener una referencia con al que comparar.



     ¿Cómo estábamos la semana antes de empezar la temporada? Hundidos. Esa es la palabra y no hay discusión posible. Hundidos estábamos antes de empezar la temporada y hundidos nos mantuvimos durante los primeros partidos con la no clasificación a la Champions. La marcha de Marcelino justo antes de empezar la temporada desestabilizó mucho al equipo y la llegada de Fran creó poco optimismo entre muchos aficionados... la cosa pintaba negra.

     No obstante, el equipo no se vino abajo y con la dirección de Fran el Villarreal no solo se jugaba bien, se ganaba partidos y sumaba muchos puntos en liga. Desafortunadamente este buen juego en la Liga no se trasladaba a la competición europea donde el equipo solo ha sumado, a falta del último partido de la fase de grupos, 6 puntos. El inicio de temporada del equipo fue muy superior al esperado por muchos aficionados... lo cual nos lleva a la situación actual del equipo.

   El equipo ha entrado en lo que se podría considerar una crisis. De los últimos 5 partidos en competición oficial el equipo solo ha ganado 1, empatado 1 y perdido 3. Estas cifras ya son muy malas por si solas, pero el verdadero problema es la imagen del equipo.

     En los últimos partidos, quitando el del Betis, el equipo ha jugado con una intensidad muy inferior a la mostrada anteriormente, especialmente si se compara con la etapa de Marcelino. El partido contra el Alavés es el peor del equipo: sin actitud, sin intensidad, sin nada. No se puede permitir que el equipo juegue así. Fran debe tomar nota y sentar a quien no rinda independientemente de como se llame. Si no reaccionan rápido se escucharán más pitos en El Madrigal.

    Y sí, si te lo estás preguntando, creo que esos pitos fueron lícitos. No se estaba faltando el respeto al equipo, no se ha olvidado todo lo que ha hecho el equipo en estos últimos años. Simplemente se le estaba dando un toque de atención a los jugadores y entrenador: si la cosa no cambia todo ese esfuerzo que tanto valoramos no servirá para nada. 

     Este equipo puede hacer mucho y ha empezado muy bien, pero no puede ni debe parar de seguir luchando a muerte si quiere lograr algo grande y la afición estará ahí, siempre, para recordar este hecho, ya sea animando o pitando cuando sea necesario.

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